
15 Y aconteció que, mientras hablaban entre sí y se preguntaban el uno al otro, Jesús mismo se acercó e iba con ellos juntamente.
16 Pero los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, estando tristes?
18 Y respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no ha sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?
19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte y le crucificaron.
21 Mas nosotros esperábamos que él era el que iba a redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es el tercer día desde que esto ha acontecido.
22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que fueron temprano al sepulcro;
23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes les dijeron que él vive.
24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?
27 Y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
28 Y llegaron a la aldea adonde iban; y él hizo como que iba más lejos.
29 Pero ellos le insistieron, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.
30 Y aconteció que, estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, y lo partió y les dio.
31 Entonces fueron abiertos los ojos de ellos y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.
32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras?
33 Y levantándose en esa misma hora, volvieron a Jerusalén; y hallaron a los once reunidos y a los que estaban con ellos,
Emaús, era el lugar a donde se dirigían los discípulos. El lugar al que vamos cuando las cosas no salen como lo esperábamos. Estos discípulos al ver que era el 3 día y aún no resucitaba Jesús, tomaron la decisión de volver a casa, a ese Emaús. Pero, en medio de ellos, se le aparece Jesús pero Dios no permitió que lo reconozcan.
Entonces, él empezó a hacerles preguntas sobre a donde se dirigían y ellos a contarles. Jesús los acompañaba en el camino y en el diálogo. Y es así como dijo Jesús, como lo prometió, y su vigencia aún perdura.. “ESTARÉ CONTIGO PARA SIEMPRE, DEL MUNDO NO TE PREOCUPES, PORQUE AÚN QUE PAREZCA QUE PUEDE GANARTE, YO LO VENCÍ Y ESA ES TÚ VICTORIA” tú victoria…
Si tú te encuentras en esta situación en la que se encontraban los discípulos, de camino a Emaús, te invito a que, al igual que ellos, que le cuentes a Jesús, aún que no puedas reconocerlo, tus cargas que te hacen volver hacía atrás…
Isaias 43:2
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.